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Por fin me cogí a mi vecinito - Parte final

El gemido que dejó salir Lautaro cuando lo metí dentro mío fue de lo más delicioso. Empecé a moverme lentamente para poder percibir, milímetro a milímetro, cada parte de esa pija rica que tenía dentro mío. Los ojos del pendejo se iban para atrás mientras yo seguía moviéndome. Le puse las manos en mis pechos desnudos para que los acaricie, los manoseé como el quisiera... Me cagaba de gusto tenerlo dentro mío, escucharlo resoplar y gruñir con esa voz gruesa tan varonil... Estaba mojada como hacía mucho tiempo no estaba... Era la primera vez que tenía un pebete de 17 debajo mío, y se sentía tan rico que, en ese momento, así viniera Henry Cavill con la pija dura, no cambiaba esa verga joven y resistente por nada del mundo. Si yo no estaba moviendo las caderas contra las suyas, Lautaro estaba penetrandome debajo mío, moviéndose frenético, haciendo fuerza con su estómago marcado mientras yo arriba solo podía gemir y gritar de placer. Lo usé como quise: le chupé los dedos para excitarme, lo b

Por fin me cogí a mi vecinito - Parte 2

Cuando Lautaro sintió mi beso en su boca dejó salir un suspiro y empezó a acariciarme casi frenéticamente. Lo único malo de tener sexo con chicos más jóvenes es que, por lo general, pasan estas cosas; pero no es nada que no se pueda solucionar con práctica y enseñanza. Así que, con una paciencia maternal, empecé a enseñarle a Lautaro como me gustaba que me tocaran. Le puse sus manos en mis tetas y le fui enseñando, poco a poco, como era el movimiento correcto para excitar a una mujer mayor, como yo. Mientras lo besaba iba guiandolo por mi cuerpo y yo gemía al sentir como ese muchacho empezaba a explorar su propia sexualidad. —Para no tener mucha experiencia besas muy rico —gemí en sus labios. —Porque vos me estás besando muy rico —me dijo sin dejar de besarme—. Y más considerando que te estabas tocando para mí... Pensar que te excito... Hace que se me explote la verga. —Hace mucho tiempo que te tengo ganas —le confesé, llevando su mano a mi culo—. Te tengo unas ganas terribles, y aprov

Por fin me cogí a mi vecinito - Parte 1

Si leyeron "Me masturbé mientras mi vecino me miraba", recordarán que tengo un vecino adolescente que se llama Lautaro. Bueno, por fin le hinqué el diente al pendejo. Pasó ayer sábado a la tarde, cuando estaba sola en casa, como siempre estoy. Hace varias semanas que vengo hablando con su mamá, Micaela, y me confesó que está desbordada: su exmarido, el padre de Lautaro, no le pasa la cuota alimentaria desde hace varios meses, y ahora se vino a enterar que va a ser padre nuevamente y que seguramente le va a pedir una reducción de la cuota alimentaria por más carga familiar. Micaela trabaja de sol a sol, Lautaro no le hace caso, no llega a fin de mes y tiene que andar pidiendo para poder aguantar todas las cargas de un hijo adolescente. Pero lo que no me cuenta, y yo lo veo, es que mientras Lautaro usa ropa de segunda mano, de marcas pirateadas y se mueve a pie o en colectivo, su mamá siempre anda estrenando par de zapatos nuevos, sale de joda y viste ropa cara. Entonces, no es

Una segunda vez con Francisco

 Me había quedado con las ganas de volver a chuparle la verga a Francisco, y él se había quedado con ganas de que se la vuelva a chupar. Cuando no estaba con él me tocaba pensando en lo que había pasado en mi habitación, y de verdad que tenía ganas de que me vuelva a meter esa pija tan rica adentro. Le mandé un mensaje avisándole que ya estaba en la puerta de su casa, y a los cinco segundos de habérselo mandado, Fran abrió la puerta. —Pensaba que ya no ibas a venir  —me confesó mientras me hacía pasar. —Si yo te digo que voy a venir, es porque voy a venir  —le respondí algo molesta por poner en duda mi palabra. —¿Sabés la cantidad de minas que me clavaron con el "sí voy"? —dijo Francisco mientras me rodeaba el cuerpo con los brazos y me atraía hacia él. —Yo no soy como el resto de esas pendejas —le recordé. —Ya sé. Por eso me gustás tanto. —no esperó a que responda, simplemente me cerró la boca de un beso apasionado, largo y profundo. A la par que me besaba, sus manos empezar

Había una vez una joven

 En esta ocasión quiero contarles la primera vez que tuve sexo con alguien menor que yo. Fue ya hace muchos años, yo tenía veintitrés años. Estaba cursando tercer año de la facultad y estaba de novia con un muchacho cinco años mayor que yo, pero como siempre en mi vida, y en esta puta suerte que tengo de formalizar con hombres que no me satisfacen sexualmente, mi novio de aquél entonces también me tenía a dos velas en cuanto a la intimidad se refiere. Todavía vivía con mis padres. Ellos ya podían centrarse en su vida profesional, confiaban en que era una muchacha seria y responsable, y que mi vida se resumía a la universidad y nada más. En parte era cierto, pero lo que no sabían era que aprovechaba los momentos en los que estaba sola en casa para poder coger con mi novio. Cuando él dejó de atenderme como era debido, estuve seis meses en abstinencia y entonces sí me permití engañarlo. Mi hermano tenía un compañero de artes marciales con el que teníamos buen trato. De tanto verlo nos hab

Me masturbé mientras mi vecino me miraba

Vivo en un complejo de casas, tipo dúplex, una pegada a la otra. Tengo vecinos a ambos lados, lo cuál es bastante tedioso, porque una no puede poner la tele un poquito alta que ya se quejan en el consorcio de que molestas. Ah, pero los caniches de mi vecina pueden ladrar todo el santo día que no pasa nada. Cómo siempre estaba sola en la casa, era noviembre y estaba haciendo mucho calor. Cómo hace años que no salgo a ningún lado de vacaciones porque el rata de mi marido no gasta un peso en "boludeces" como esas, decidí empezar a tomar sol en el patio, aunque sea que esté un poco bronceada. Me puse la bikini, preparé la toalla dónde me iba a acostar, el bloqueador solar (porque soy blanquísima) y una botella de agua. Estiré la toalla sobre el césped, me quité la ropa y me puse el bloqueador. Luego de unos minutos me percaté que alguien me estaba observando... Era mi vecino, Lautaro, un chico joven, alto, atractivo, muy amable que siempre me saludaba cuando me veía. Acababa de l

Fui modelo de webcam

Ya que mi adorado esposo decía que "yo no aportaba lo suficiente en casa", decidí incursionarme en el mundo del modelaje por webcam Fueron semanas de investigación y de preparación, además que un amigo me advirtió sobre ese mundillo y me dijo lo que podía llegar a encontrar. En un mes, ya tenía todo preparado para poder comenzar mi trabajo, había sido mucha la inversión: lencería, una buena camara, un trípode, iluminación y, lo más importante, algo con que cubrirme el rostro durante mis streams. Conseguí una máscara veneciana muy bonita y sensual, me vino de anillo al dedo con la bata de encaje negro que había comprado, así que preparé todo, me senté, encendí la cámara y empecé el espectáculo. Reconozco que al principio estaba muy nerviosa, ya que había cientos de personas que podían verme, pero yo a ellos no. Personas que se estaban masturbando con mi imágen, personas que me enviaban dinero por hacer cosas como mostrarles el culo o las tetas, personas que enviaban tokens y h